Buenas noticias para los maridos, pero potencialmente devastadoras para las esposas. Evidentemente, la ciencia ha descubierto que las parejas en realidad comienzan a parecerse después de años de estar juntas. La investigación fue realizada por Robert Zajonc, psicólogo de la Universidad de Michigan.
El informe indica que las parejas que inicialmente no se parecían entre sí comenzaron a compartir un parecido después de 25 años de matrimonio. El parecido puede ser sutil, reconoce el informe, pero todavía está presente.
Para probar la teoría, Zajonc presentó a las personas una serie aleatoria de fotografías de rostros y luego les pidió que coincidieran con los hombres y mujeres que más se parecían entre sí. Las parejas jóvenes mostraron solo un pequeño parecido, pero las que habían estado casadas durante 25 años o más tuvieron un resultado muy diferente. Desde arrugas hasta contornos faciales, las similitudes comenzaron a aparecer. Zajonc informa que estas similitudes se producen debido a años de emociones compartidas, así como dietas similares (las dietas dan como resultado depósitos similares de tejido graso, que afectan los contornos faciales). El parecido real proviene de imitar con empatía las expresiones faciales de los cónyuges. “La mímica facial permite una verdadera empatía porque desencadena el mismo estado interior. Las parejas pueden entenderse mucho mejor cuando esto sucede ”, explica Zajonc. Paul Ekman, psicólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, apoya la idea de que las parejas se parezcan: "Las experiencias de vida comunes durante años y años pueden alterar la musculatura facial y los patrones de arrugas, lo que aumenta el parecido".
Si es bueno que las parejas empiecen a parecerse o algo malo es tema de debate, pero parece que este viejo adagio tiene algo de verdad. Si bien a muchos esposos puede que no les importe parecerse más a sus esposas, ¿se puede decir lo mismo de cómo se sienten las esposas acerca de la noticia?